Max Metal

CRÓNICA: Scanner cumple el sueño de tocar en Barcelona y Sarcen y Quartz brillan en el Metal Cova

SCANNER + SARACEN + QUARTZ + STREAMER

SALA LA BÀSCULA

10 DE NOVIEMBRE 2018

Espectacular jornada de sábado con la undécima edición del Metal Cova, ya un festival clásico de las tierras catalanas. En él siempre hay un espacio para las grandes bandas de la NWOBHM que no llegaron a brillar como algunos de sus coetáneos, para las bandas locales… y cada vez más espacio para grupos alejados del estilo tradicional de heavy metal; algo que siempre ha caracterizado a la gente que está detrás de este gran festival. Esta vez el bombazo eran los alemanes Scanner y con su actuación muchos vimos un sueño hacerse realidad.

Las notas negativas de la velada fueron un sonido horrible en muchos momentos y las larguísimas y absurdas colas para bebida y comida. Una lástima, pues cada año suele pasar lo mismo.

Streamer cargan con un sonido nefasto

Cuando llegué a la sala Streamer estaban ya casi terminando su set. Los catalanes gozan de una pequeña horda de fans que va creciendo concierto a concierto, pero el sonido que les tocó fue por momentos abominable. “No Way Out” dio buena cuenta de que lo que tienen entre manos es potente. Mucha movilidad, posturitas y coreografías constantes con puño en alto: señal que se toman el directo muy en serio, pero con ese sonido… poco pudieron hacer. En “Sign of the Panzer” salió su “Eddie particular”, ataviado con máscara, sonrisa maligna y un pistolón. Dieron color y entretuvieron, pero definitivamente, no fue su noche.

Quartz pasean la clase en plena tercera edad

Parece ser que algún responsable de la sala confundió a los viejos rockeros con jubilados y les dijo que ese día había un concierto de heavy metal. “¡Claro que lo hay! ¡Nosotros tocamos en él”. Hay bandas veteranas, pero a Quartz el paso del tiempo se les nota, especialmente en la figura de su simpático guitarrista Mick Hopkins. Los supervivientes del grupo cumplieron bien y “Bloody Fools” abrió fuego con un David Garner sobreactuado, pero completamente en forma. El peso del pasado se hizo patente en “Mainline Riders” y “Street Fighting Lady”. Sonido añejo y momentos que bordeaban el rock progresivo. El grupo contentó a los asistentes, pero también se notó que su material queda bastante alejado del nivel de muchos de sus coetáneos que sí triunfaron en su día. Pero poco que achacar a la clase y entrega del combo con “Zombie Resurrection” o un “Fear No Evil” muy sentido.

Se volvieron a reunir en 2011 pero han perdido recientemente a integrantes del tamaño de Geoff Nicholls (Black Sabbath) y a su cantante original “Taffy” Taylor. Siguen en pie y te hacen disfrutar con “Stand Up and Fight” y con “Dead Man’s World”. La movilidad de Garner fue tremenda, adornado por esas mangas de camisa con chorreras. El sonido les respetó al final pudiendo despedirse con una gran ovación. Sorprendieron con un final con “Heaven and Hell”, pero hay que recordar que en su día giraron con Black Sabbath o Queen y Tony Iommi les produjo su primer disco.

Saracen lucen su NWOBHM con teclados presentes

Los británicos Saracen consiguieron el mejor concierto si exceptuamos a los cabezas de cartel. Con el omnipresente teclado de Paul Bradder el grupo desgranó sus grandes momentos desde que empezaran en los 70. Lucen canas, pero también saben cómo hacerte pasar una tarde de emociones y buena música al ritmo de “We Have Arived”, una de las grandes joyas de su discografía. “Rock of Ages” sigue vigente con esa intro tan reconocible a cargo de la guitarra de Rob Bendelow. Excelente el maestro de ceremonias Steve Bettney, conservando voz y con físico de adolescente. Disfrutamos “Horsemen of the Apocalypse” y “Wither the Wind Blows”. Definitivamente su disco fue y sigue siendo Heroes, Saints and Fools.

El sonido fue mejorando poco a poco y a medio show se consiguió uno de los mejores balances de la noche. Tiempo para “Meet Me at Midnight” y “Red Sky”, con las irrupciones del teclado añejo. El sonido del grupo ha quedado algo anquilosado pero los temas siguen funcionando. Steve Bettney quiso dedicar a todas las chicas un tema, pero por problemas de tiempo se lo saltaron. Fue curioso, pues al final del concierto quedó tiempo para una más y recuperaron esa misma. Destacar también el tramo final con “Héroes Saints and Fools” y “Ready to Fly”. Buen concierto, aunque el estilo del grupo, especialmente por el teclado, queda algo antiguo. Pero la gente quedó encantada con su concierto.

Scanner cumplen nuestro sueño de poderles ver Barcelona

Por fin, tras tantos años de espera podíamos ver a Scanner sobre un escenario. La formación actual es la que es, y no nos vamos a quejar. El señor Julius está allí, tienen un cantante de grandes agudos y su look futurista con cuero negro y detalles rojos está allí. Impecable inicio con “Not Alone” y “Terrion” para poder revivir aquellos finales de los 80 y principios de los 90. Efthimios Ioannidis cumple perfectamente en los agudos, pero en los tonos intermedios no posee el feeling ni la clase de sus antecesores. Espectacular en “Judgement” y especialmente en los temas primerizos del Hypertrace como “R.M.U”. La gente disfrutó y llegó a corear muchas de las canciones a pesar de que los himnos nuevos como “The Legionary” o “F.T.B” son menos conocidos. Esta última: “Fuck the Bastards” les funcionó perfectamente.

Axel Julius sigue siendo el jefe y destila personalidad desde el escenario. Su guitarra blanca con el agujero de la empuñadura es ya un símbolo del grupo. Fue entonces cuando el grupo hizo un interludio con cuatro temas de la etapa 90s. Maravilloso poder escuchar temas de la talla de “Rubberman”, pero fue aquí cuando a Ioannidis le notamos más incómodo a la hora de cantar. Son temas menos rápidos y más cambiantes. Bien en “Puppet on a String” y correcto en “After the Storm” del Mental Reservation. Terminó ese viaje a la década del grunge con la teatral “Ball of the Damned”.

El tramo final de la descarga incluyó cargas de profundidad de la talla de “Eutopia” (representando la etapa actual) y luego un “Buy or Die” en el que la gente lo dio todo. Pogos y desparrame general que se vería acrecentado al llegar a los bises tras “Wonder”. La apoteosis llegó con “Warp 7” que sirvió de trampolín para que la propia organización subiera al escenario para darlo todo en la hímnica “Across the Universe”. Aquí sí que se cruzó el Rubicón y hasta los vasos de cerveza llegaron volando desde las últimas filas. El grupo se mantuvo profesional incluso con la invasión de escenario por parte de algún espontáneo. Curiosamente llegaron a hacer un breve homenaje a Black Sabbath con “Heaven and Hell” (la segunda vez que sonaba en la misma noche).

Gran final para un show que tuvo de todo y que el sonido no empañó. Creo que con este concierto empieza una buena relación entre Scanner y Barcelona y me huelo que volverán pronto. 300 personas se desgañitaron y disfrutaron de un cartel muy romántico, pero también arriesgado, que demuestra que una asociación como Metal Cova tiene una fuerza importante. Y dentro de nada traen a Striker… casi nada.

 

TEXTO: JORDI TÀRREGA

FOTOS: MARC PARADELL