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CRÓNICA: Riverside confirma que son el futuro del Prog en la sala Salamandra

RIVERSIDE + MECHANISM

L’HOSPITALET DE LLOBREGAT – 5 DE NOVIEMBRE DE 2018

SALA SALAMANDRA

Riverside confirma que son el futuro del Prog en la sala Salamandra

Precioso, intenso y melancólico concierto de Riverside, la banda polaca apunta claramente a dominar el rock progresivo del futuro. En unas dos horas y 10 minutos el grupo desgranó Wasteland, uno de los discos de 2018, y una obra marcada especialmente por el fallecimiento de su guitarrista y amigo Piotr Grudzinski. En todas las canciones puedes palpar la tristeza y vacío que acompaña al ahora trío. La participación del guitarrista Maicej Meller es perfecta y el grupo suena maravillosamente bien. Al concierto hay que añadirle un impactante juego de luces, una pantalla trasera que tiraba de imágenes y una sala que rozó el lleno absoluto. Otro indicador más de que Riverside siguen escalando pese a las muchas adversidades.

Mechanism presentan su metal progresivo made in Poland

Les acompañaron los también polacos Mechanism y cumplieron perfectamente a pesar de parecer una banda más dentro del metal progresivo. Temas bien construidos, perfectamente ejecutados, pero faltos de la personalidad y de ese algo que puede hacerlos especiales y diferentes. Canciones largas para explayarse y desarrollar un material interesante tanto de Entering the Invisible Light como de Between the Words. Los de Gdansk no dispusieron de mucho espacio en escena, pero estuvieron dinámicos y simpáticos con la gente.

Temas interesantes como “Authority As the Truth” demostraron que el combo está rodado, con un Rafal Stefanowski tirando de voces limpias y el resto tejiendo un amplio espectro de sonoridades prog. Tienen detalles que les vienen directamente de Riverside, así como guitarras pesadas con detalles que te pueden recordar a Conception de su última época. “All I See” fue uno de los momentos de su anterior disco destacando Michal Cywinski a la guitarra, liderando al grupo. Todo correcto y profesional, pero muy lejos del estatus de sus compatriotas.

Riverside hace uno de los conciertos del año tras sacar uno de los discos del año

Pude estar hace años en el Be Prog! Festival que Riverside abrió, incluso tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con Piotr Grudzinski mientras me firmaba mis discos. Su concierto había sido realmente bueno y el nombre del grupo ya hizo que la gente viniera temprano ese día. Han crecido tanto desde entonces… Ayer hubo una intro atmosférica (“Wasteland Soundscape”) que sirvió para avisar a la gente que el concierto empezaba y para fardar del complejo juego de luces que poseían los polacos. Todo un lujo para cualquier banda, pero algo necesario si quieres jugar a las atmósferas y cambios mientras practicas Rock progresivo.

Hay quien no gusta de Wasteland, servidor considera que es el disco del año. Todo fue maravilloso desde “Acid Rain” por mucho que lamentásemos que su preciosa intro a capella no sonara esa noche: “The Day After”. Mariusz Duda hizo gala de una personalidad enorme y nos hizo cantar el riff cantado del tema. Impresionante todo el grupo, elegante y lleno de clase, pero subrayar especialmente el papel de Maicej Meller. No es miembro del grupo, pero como si llevara con ellos toda la vida.

El disco Wasteland vertebra un set list que no deja fuera a ninguna de sus obras

La banda vestía riguroso negro y tuvo una iluminación diferente para cada uno de los cuatro primeros temas. Del verde se pasó al amarillo en “Vale of Tears”. Sonido bordeando la perfección y primera incursión al con Out of Myselfcon “Reality Dream I”. Michal Lapaj estaba rodeado de teclados (al estilo Nacho Cano de Mecano) y en muchos momentos demostró estar más cerca de Deep Purple que de Dream Theater en el uso del Hammond. Todo un acierto dando sonidos vintagea muchas canciones. En “Lament” se nos erizó el vello. La verdad es que el grupo ha estado inspirado a la hora de componer. Es lo que suele derivar de una tragedia como la que vivió esta banda.

Duda fue cambiando de bajos durante toda la velada con un roadieque sería premiado al final del concierto tocando la canción final. Buen detalle de camaradería y buenas vibraciones de un grupo que se ve honesto y real. Elegantes en “Out of Myself”, rompiendo un poco la onda melancólica de su última obra. Llegó la parte final de “Second Life Syndrome” en el que desataron la elegancia de un disco que ya quedaba patente que lo suyo son los momentos tristes y sobrecogedores. “Left Out” me recordó el maravilloso disco con el que descubrí a esta banda tan especial: Anno Domini High Definition. Se han ido superando desde ese día…

Sobran las palabras cuando suena la cálida y triste “Guardian Angel” con un Mariusz recitando más que cantando. Qué fuerza posee esta canción a pesar de ser una balada y estar desnuda de batería… El disco Love, Fear and the Time Machinesólo estuvo representado por “Lost (What Should I Be Frightened by a Hat)”. Ese fue para mi el único lunar de su colosal actuación. Esa obra merece más peso. El público acompañó con palmas en muchos momentos, en otros contenía la respiración y en muchos otros vi gente emocionada. Es una banda que te transporta con su directo. “The Struggle for Survival” es el momento más contundente y más heavy prog de todo el último disco. Pudimos ver al maestro Piotr Koziderazki tirando de pegada y técnica. Sabe imprimirle el toque justo a los temas, bordándolo en los momentos más sosegados y delicados.

Elegancia, clase y melancolía

“Forgotten Land” se abrió con el bajo protagonista de su líder, tirando de voz carismática y bien secundado por sus compañeros y por un sonido brillante. Hubo imágenes evocadoras, algún paisaje, líquidos chisporroteantes de colores e incluso portadas de sus discos en la pantalla trasera. “Loose Heart” dio alas a las partes pregrabadas de Lapaj, en uno de los grandes momentos de la noche; para luego terminar la primera parte del concierto con un “Wasteland” demoledor. De inspiración medieval, coros incluidos y preciosos detalles puntuales de teclado. Luego el tema cambia de tercio y suena la parte electrificada.

Ya en los bises el piano acompañó la voz de Duda en “The Night Before”. Hubo un recuerdo a su fallecido guitarra y amigo para encarar luego “02 Panic Room”, una de las imprescindibles. Y qué mejor que volver a casa mientras repica en tu cerebro la preciosa tonada de la final ”River Down Below”. Hay que tener una sensibilidad superior para componer un tema así, con cantos de gaviotas incluidos. Presentación por parte del grupo y despedida con atronadora ovación. Sigo pensando desde hace años que son el futuro del prog y es bonito ver que la sala se llenó. No andaremos desencaminados pues. En su Polonia natal son ya una institución y número 1 en listas. Es sólo el principio, van a crecer muchísimo más.

TEXTO: Jordi Tàrrega

FOTOS: Irene Kilminster