RIVERSIDE – WASTELAND
INSIDE OUT
9 / 10
Uno de los discos del año, el primero sin Piotr Grudzinski
El ahora trío polaco Riverside se encuentra en el doloroso momento de seguir adelante tras el fallecimiento de Piotr Grudzinski, uno de los pilares de su sonido. Para cualquier banda, el deceso de uno de sus miembros es algo devastador y suele suponer un punto de inflexión en su carrera. Así pues, por vez primera, han grabado un disco sin contar con la mente y la guitarra de Piotr, y la verdad es que en todo el disco reboza melancolía, dolor, tristeza, pero a la vez belleza, y ganas de seguir avanzando a modo de homenaje al héroe y amigo. No deja de ser una heroicidad que una banda de metal progresivo polaca haya conseguido varios discos de oro y hasta un número 1 en las listas de su país. Otros tres de sus discos, incluyendo este, han escalado hasta el número 2.
Yo quedé prendado de ellos con la obra “Anno Domini High Definition” y con su directo en el Be Prog de 2015. Noté ese día que estaba ante una banda con mucho que aportar a la escena, y su siguiente disco, “Shrine of New Generation Slaves”, fue la confirmación absoluta. Estamos ante uno de los discos del año. El disco atrapa y te acaricia en lo más hondo siguiendo muchas veces la máxima de “menos es más”. La voz de Mariusz Duda es más evocadora que nunca, y a pesar de que parece que el disco vaya a una única velocidad, consiguen momentos de belleza absoluta y canciones tan redondas o más que las vertidas en “Shrine of New Generation Slaves”.
Siguiendo la máxima del “menos es más” en clave melancolía prog
Hiela la sangre el inicio a capela con “The Day After”. Inspiración medieval y tristeza para mostrar el estado de ánimo del grupo. Pura belleza… Es un disco dominado por las acústicas y los temas calmos pero las guitarras eléctricas también tienen su cuota en “Acid Rain”. Onda Porcupine Tree aunque con todo el sabor de Riverside. Majestuosidad y una línea vocal exquisita y que resulta de lo más logrado de toda su carrera. “Vale of Tears” mantiene los tempos pausados pero las guitarras juegan reforzando los andamios de verso para culminar en un estribillo suave, con voces de apoyo y un teclado puntual. Hay un momento en el que incluso invitan a que hagas hedbanging. Riqueza y variedad para un inicio de disco impecable.
Un piano a o Pain of Salvation y una atmósfera nebulosa en segundo plano parecen un amanecer nublado en “Guardian Angel”. Exquisito riff de acústica y otra gran línea vocal en un corte que parece sencillo y fácil. Esas mismas credenciales sirven para “Lament”, aunque esta va cargada con guitarras eléctricas y un teclado. Michal Lapajes el elemento clave en esos teclados y coros sutiles que visten de complementos a los temas haciéndolos más atractivos. Hay un estribillo precioso y un violín de apoyo remarcando la tristeza general del álbum. En “The Struggle for Survival” ya entramos en uno de los cortes más extensos y con más peso instrumental. Por momentos los instrumentos suenan desnudos y sin apenas producción ni ornamentos acentuando el carácter de “la lucha por la supervivencia”. Gran papel de Piotr Kozieradzki tras los parches que hasta ese momento participaba más con sutileza y elegancia que con pegada y protagonismo.
La tragedia sirve de inspiración para una obra casi perfecta
En “Wasteland” vuelve el minutaje generoso y ya se atisban melodías algo más positivas irrumpiendo cual rayo de sol entre neblinas. Otro gran tema con deje medieval en la estructura y momentos épicos muy conseguidos. En “River Down Below” hay un acercamiento a los Genesis de la era dorada a pesar de que mantienen el minimalismo absoluto dejando voz, teclado sutil, acústica, y esas gaviotas que graznan sobre el punteo de Duda. Gran final electrificado en otro tema redondo. Se despiden con “The Night Before” dando todo el protagonismo al piano de Michal quedando como un final esperanzador y bello a un disco melancólico.
“Was7eland” es el mejor disco hasta la fecha de una de las bandas más grandes del prog actual. Quizá quede algo mal decirlo, sabiendo que es el primero sin Piotr Grudzinski en la banda, pero está claro que las musas les han visitado a la hora de componer. La tragedia les ha inspirado en un homenaje bellísimo y el disco es capaz de tocarte en lo más hondo de tu alma. Su próxima visita en esta gira me parece absolutamente obligada respaldando tamaña obra como esta. Si de verdad quieren tocarla entera… bienvenida sea.
Jordi Tàrrega