Max Metal

ENTREVISTA: WE EXIST EVEN DEAD (Marzo 2018)

No hace tanto tiempo, encontrar grupos patrios que hicieran buen Metalcore era todo un desafío. Hoy en día la cosa ha cambiado, y las bandas de aquí no tienen nada que envidiar a las de fuera. Si alguno se ha quedado huérfano tras la marcha de Dawn of The Maya, que se enjuague las lágrimas que aquí hay unos firmes candidatos al trono.

En primer lugar, presentad a la banda, contadnos brevemente vuestra biografía.

We Exist Even Dead nace en 2016 como un proyecto artísticamente ambicioso, buscando su propio espacio en la escena internacional de la música extrema. La formación encarna el Metal en todas sus formas, huyendo tanto de los purismos enclaustrados en el siglo pasado como del elitismo en la escena más contemporánea.

Generan híbridos de riffs pesados y ritmos frenéticos, mestizajes donde la epicidad y lo extremo comparten canción, sin vetar ninguna rama vocal y uniendo lazos entre el groove, el metalcore y fraseados progresivos. Estos mismos elementos los vimos gestándose en su primer EP Meet No End (Sebastian Sendon, 2016), y plenamente desarrollados en su LP Eventide (PLYGRND Studio, 2018). Altamente recomendados para quienes no pongan pegas a mezclar Sylosis con As I Lay Dying, Gojira con Darkest Hour, Chimaira con Killswitch Engage o Pantera con Parkway Drive.

¿Cuáles diríais que son vuestras principales influencias?

Como músicos, nuestras influencias son totalmente multiestilísticas, abarcando cualquier tipo de género de Metal y muchos fuera de este. Pero de cara a las composiciones como We Exist Even Dead, las más destacadas serían Wage War, Veil of Maya, While She Sleeps, Architects, As I Lay Dying, Chimaira, Rise To Remain, After the Burial, Volumes, Sylosis, Darkest Hour, Killswitch Engage, Shadows Fall, Pantera, Architects, Dead by April, Linkin Park, Parkway Drive, Born of Osiris, Whitechapel, The Black Dahlia Murder, Slipknot, Martyr Defiled, Hatebreed… ¡no acabaríamos nunca!

¿De qué hablan las letras del disco?

Es menester señalar que no buscamos un disco conceptual en Eventide. Al ser nuestro primer LP, nos interesaba que cada tema tuviese independencia de significado, con letras de todo tipo y que la variedad de estilos no chocara con una historia o un contexto cerrado. Dicho esto, encontramos letras de todo tipo: superación personal frente a las trabas de la vida, echándole valor y dedicación (Unlimited, Beast Mode), perseguir tus objetivos pese a todo (Chasing the Sun), alguna crítica de la humanidad como la peor de las plagas (The Swarm), algo de ciencia ficción (Skyline) o la hermandad en el propio grupo (Decrowned).

La letra de Struggle Within es muy interesante. Tras reflexionar sobre algunas pérdidas recientes en el mundo del arte que nos chocaron especialmente (Chester Bennington, Chris Cornell, Dani Vandrell…) nos propusimos darle una vuelta de tuerca al típico “homenaje”: nos situamos en la tesitura de “colegas” de la Muerte, tratándola como uno más, ya que sin ella el mundo no existiría, aunque sea cómplice de algunas de nuestras mayores aflicciones; y le pedimos que sea amable con quienes nos dejan, invitando a los oyentes a vivir con normalidad el fin de la vida y a querer con todo nuestro corazón al recuerdo de quienes ya no están.

Finalmente, dos de las letras del disco tienen un carácter especialmente “depresivo”, con un trato profundo de las emociones: White Lotus y Bones and Flesh.
La primera, cuyo título se refiere a una flor de loto pálida por ausencia de vida, compara la enfermedad de los huesos de cristal con su equivalente al alma o al «corazón» (en su acepción más sentimental), mostrando al protagonista como alguien letalmente débil a los golpes emocionales que recibe, incluso de aquellos más pequeños, llegándose a plantear la autodestrucción para terminar con la «enfermedad» al no saber cómo afrontarla.
Bones and Flesh es un complejo grito de desesperación, de soledad e incomprensión, y aunque a veces sea tabú decirlo, de roce con el suicidio. El protagonista empieza intentando hacer entender su dolor emocional comparándolo con el dolor físico más terrible y condenando su propia alma. En el estribillo le grita a algún ente, deidad o la propia Muerte, para preguntar si fue concebido para sufrir o simplemente fue un error, terminando con la analogía de «vivimos para siempre mientras nos recuerden» para autoexcluirse de esta vida eterna, ya que así lo siente.

En la segunda estrofa, con la voz de Diego Teksuo, ese ente/deidad/muerte le presiona para que decida si quedarse allí o dar un paso hacia el abismo, juntándose ambas voces en el último estribillo (como representación de que están juntos al avanzar, el protagonista, hacia la muerte) y, finalmente, escuchar al protagonista hablando con la Parca, dando a entender que no ha podido lidiar con tanto sufrimiento y ha acabado con su vida. Os dejamos con estas últimas palabras: «Muéstrame tus brazos y abrázame fuerte, camina a mi lado en este, el más largo de los caminos. La tristeza se acabó. No veo nada más allá de estos ojos cerrados…»

Vendeos un poco ¿Cuáles diríais que son vuestras principales cualidades?

A nivel musical destacaría la variedad dentro de un mismo género. Si le pegáis una escucha a Eventide podréis apreciar las diferentes influencias anteriormente mencionadas, algunas de ellas muy distantes entre ellas en cuanto a género se refiere; pero parece ser que hemos sabido encontrar la manera de juntarlas en un mismo LP sin perder la esencia que nos caracteriza y creando así nuestro propio sonido.

Lo segundo que destacaría sería nuestro espectáculo en vivo. Después de esta gira europea nuestro show ha madurado mucho, además de que somos un grupo que personalmente disfrutamos del directo al máximo y salimos al escenario a dar el 110% de nosotros. Lo que buscamos cada vez que salimos a escena es que el público que ha decidido invertir unos minutos de su vida en vernos, se vaya a casa satisfecho, que disfrute igual que lo hacemos nosotros sobre las tablas y que le cueste olvidar lo que ha visto. Esa podríamos decir que es la actitud de WEED en directo. Y después de volver de tocar en 6 países donde no conoces a nadie y que la gente te diga que del CD que han escuchado en Spotify al directo que acaban de ver hay un valor añadido enorme (para mejor), la verdad es que te sube la autoestima bastante y nos da a entender que al menos no lo estamos haciendo del todo mal.

Comparándolo con el EP previo, “Meet No End”, ¿qué cambios va a apreciar el Público? ¿Qué va a encontrar el público en este “Eventide”?

Posiblemente, un producto de metalcore con un abanico de subgéneros tremendamente amplio dentro de este, casi como una alegoría de metalcore de cada época y estilo. Nuestras influencias, técnica y detallismo compositivo han crecido: más breakdowns (y variedad de estos), más riffs lejos del metalcore, más tecnicismos en los detalles, estructuras más académicas, consciencia distintiva de cada escala y tonalidad de los temas, etc. Pensamos que supimos leer lo que emocionó a la gente en MEET NO END , lo cogimos y lo ampliamos por ambos extremos.

Por otro lado, vemos una evolución en la música de We Exist Even Dead como algo sólido pero heterogéneo. Es decir, nuestro sonido es muy característico (al menos el feedback que nos llega de todo el mundo es así), propio y contínuo entre canción y canción, pero a su vez difícil de llamarlo “metalcore” por la infinidad de riffs, modos y otros recursos que incorporamos de otros géneros bastante alejados del “core”. No es que Meet No End tuviese cosas “mal hechas”, sino que les hemos dado otra vuelta de tuerca para dar a luz un trabajo más robusta y artísticamente pleno.

Nos ha llamado la atención la producción tan brutal del disco. ¿qué nos podéis contar de ella? ¿Hoy en día la producción es tan importante como las composiciones?

Sin una buena producción no se puede disfrutar de la potencia y calidad de las canciones, ¿no? Fue un trabajo tan exhaustivo como pasional, desde el mimo de cada detalle en las composiciones (la parte más artística) como las mil vueltas y pruebas que hicimos junto a Marco en Plygrnd Studio (la parte más “técnica”). El ejemplo más claro fue “Decrowned”, que entró al estudio sin convencernos demasiado y, tras cambiarla de pies a cabeza, salió como uno de los temas favoritos para varios de los miembros.

Y, efectivamente, este tipo de música cuesta mucho de tragar si no está bien producida. Siempre puedes gozar de un trío de blues grabado a pelo o de temas barrocos sin cambiar ni una dinámica de las que Vivaldi anotó hace siglos, pero en géneros con afinaciones tan graves, growls, distorsión y de público minoritario… es absolutamente imprescindible una buena producción para que, artísticamente, tu producto genere sensibilidades.

Poniéndoos en plan autocrítico, ¿Qué creéis que sería mejorable en este disco? O si pudieseis cambiar algo, por mínimo que fuera, ¿Qué sería?

Los cambios que haríamos serían sobre todo de carácter personal, subjetivo y sin consensuar (más o menos influencias prog, más o menos sonido “digital”, más o menos “core”, etc.). Quizá le hubiésemos tenido que dedicar más tiempo al diseño del sonido de los instrumentos, a hacer alguna preproducción grabada y plantearnos incorporar algún tema más al disco; pero, la verdad, estamos muy satisfechos con el producto final y agradecidos a Marco por darle esa solidez a nuestra característica heterogeneidad.

Editar discos es cada vez más complicado, ¿os ha resultado muy duro llegar hasta este punto?

Para editar un disco actualmente sólo se necesita un elenco de temas y dinero (y tiempo, pero se necesita tiempo para todo realmente), así que editar un disco en sí no es tan complicado una vez tienes los temas y el dinero. Aguantar como banda hasta el punto de editar un disco sí que es algo más complicado. Nos gustaría recalcar que desde que se empezó a concebir Eventide hasta que se entró en el estudio hubieron dos cambios de formación, el primero despidiéndonos de Sergi Vives y dándole la bienvenida a Alejandro y el segundo con la marcha de Keru y la posterior incorporación de Moshmann.

Los cambios de formación siempre son duros para cualquier banda, así que por esa parte la verdad es que fue un año algo complicado a nivel emocional y logístico. Por otra parte, a nivel económico, todo el proceso (grabación del LP, videoclips, la gira de presentación, merch, artwork, trato con la discográfica…) ha sido muy elevado, lo que nos ha llevado a trabajar muy duro en nuestras vidas privadas y a tener que renunciar a muchos “placeres individuales” para poder costearse todo esto; y siempre es duro ver como lo que has conseguido a lo largo de varios meses se desvanece en un par de semanas. Aún así, en la banda siempre intentamos repartirnos toda la faena que hay que hacer y contamos con miembros muy dedicados y muy creativos, así que no creemos que el proceso haya sido más duro que el día a día de cualquier banda que se tome todo esto un poco en serio.

¿Cuáles son los obstáculos más duros con los que habéis tenido que luchar?

La carrera musical de una banda está llena de obstáculos. Los que más duelen, seguramente sean los reemplazos humanos en la misma. Es muy similar a una relación de pareja, es cierto que al separarse muchas parejas son capaces de llevarse bien, pero nunca será lo mismo que antaño. El compartir grupo musical une de una manera muy especial, y el romper esos vínculos quizás sea lo más duro. Después están los problemas económicos, de tiempo físico, cuadrar horarios, trabajos… Es un estilo de vida difícil y arriesgado al fin y al cabo, pero como todo, también tiene su recompensa. (Artústoles)

¿Hoy en día, sigue compensando editar discos físicos? La mayoría de la gente consume la música en formato digital. ¿qué opina We Exist Even Dead al respecto?

Sinceramente, WEED como formación está más a favor de difundir su música de manera gratuita online que de hacer a los consumidores pagar por escucharnos. Hoy en día las bandas que seguimos editando copias físicas lo hacemos más por satisfacción a nivel personal, al ver tu producto acabado y poder tenerlo en tus manos, que porque pretendamos lucrarnos económicamente a través de sus ventas. Además tenemos claro que el CD cada vez está más en desuso, ahora mismo los últimos modelos de coche empiezan a venir sin lector de CDs, lo cual hace que el LP de una banda en formato físico se haya acabado convirtiendo en un objeto de colección y en un método para apoyar a la banda por parte de los coleccionistas.

Aún y así sigue habiendo una gran cantidad de gente que no se ha querido desprender de este formato y sigue comprando Compact Discs para nuestra sorpresa y estamos eternamente agradecidos a todos aquellos que nos han echado una mano comprando una copia, y para los que no, que no se preocupen que no les guardamos rencor porque somos los primeros en recurrir a la piratería, solo les pedimos que cuando pasemos cerca de su casa, nos vengan a ver y se echen unas cañas con nosotros.

Acabáis de volver de una gira por Europa. ¿qué podéis contarnos de ella?

La verdad es que ha sido un antes y un después para la banda y una experiencia única a nivel personal para cada uno de nosotros. La primera vez fuera del país y obtener una respuesta magnífica por parte del público desde la primera nota que se toca no tiene precio.

Además, tener la suerte de contar con el servicio de Road Dogs con Rober de Bellako como chófer es un punto a favor muy considerable, teniendo en cuenta que es una persona que lleva diez años en la carretera. Nos ayudó a que todo saliera como la seda desde la primera fecha, y encima nos echó una mano con la grabación de vídeos de nuestras actuaciones. ¡No hay más que se pueda pedir!. Ahora mismo estamos preparando una recopilación de todos esos momentos para colgar un resumen de lo que ha sido este tour para nosotros, así que si estáis realmente interesados estad atentos a nuestras redes, la verdad es que vale la pena porque hay muchos momentazos que no tienen desperdicio.

¿Y ahora, es el turno de España? ¿Os veremos defender este trabajo por muchas ciudades?

Pues es la idea, por el momento tenemos varias fechas cerradas por la península. Empezamos a movernos el día 13 de Abril en Barcelona, en nuestra presentación de Eventide en la Sala Bóveda. Al día siguiente estaremos en Vitoria, y por el momento podemos asegurar que también pisaremos Madrid y Donosti, y quien sabe… quizás hay alguna sorpresa aún por desvelar.

¿Es en directo donde se ve el verdadero potencial de la banda? ¿Cómo es uno de vuestros directos?

Creemos que nadie puede decir que conoce a WEED si no nos ha visto en directo. Un concierto de WEED se podría definir como una explosión de energía en la que buscamos llegar al mayor número de asistentes para que disfruten al igual que lo hacemos nosotros durante nuestra actuación. No hay mejor sensación que la de empezar un bolo y ver que la respuesta de la gente es positiva y que están sintiendo y disfrutando como nosotros del mensaje que transmitimos. Además, a todo eso, le intentamos sumar un refuerzo a nivel audiovisual, ya sea con iluminación extra propia, prestando especial atención al sonido, incorporando efectos como humo, fuego, CO 2, láser… obviamente siempre y cuando las condiciones lo permitan.

Con esto intentamos hacer un poco más personal e impactante el show para que la gente que se ha molestado en venirnos a apoyar se vaya con un buen sabor de boca a su casa y quiera volvernos a ver la próxima vez que pasemos cerca.

Hoy en día parece que hay una burbuja en cuanto a grandes festivales y grandes eventos. En este panorama, con tanta oferta, las bandas pequeñas lo tenéis difícil, mucha gente prefiere pagar 90 pavos por una banda “sagrada” que 10 por nuevas bandas. ¿cómo se puede luchar contra este panorama?

Se trata de un problema cultural, de naturaleza mucho más profunda de lo que pueda aparentar en frío. La sociedad no ha perdido su carácter “religioso-feudal” de antaño; simplemente ha sustituido unos ídolos por otros más contemporáneos (el culto a la propia imagen, el “postureo”, famosos, estrellas del pop y del rock… ni la música más alternativa se salva, aunque los números no sean tan exagerados). Partiendo de esta premisa, por mucho que ofrezcas un producto musicalmente excelente, con unos shows aplastantes y unas condiciones económicas mucho mejores, siempre queda el incontrolable “culto al ídolo”, contra el cual sólo se puede luchar desde una acción colectiva en pro de la calidad artística y el apoyo a la música bien hecha e interpretada. Podríamos extendernos más, pero lo dejamos para una capítulo de “Sociología de la música underground” hahahaha.

¿Creéis que puede explotar esta burbuja festivalera?

No creemos que vaya a explotar esta burbuja (al menos en un futuro próximo), ya que muchísima gente busca ya no solo el ver a muchas bandas en directo, sino la experiencia en su conjunto. Los festivales son una magnífica manera de pasar unas pequeñas vacaciones, no solo por la música en directo sino por la experiencia global (acampar, fiesta todos los días, relajarse fuera de tu ambiente habitual…). Cada año los festivales son más caros y menos diversos (este es otro punto en el que podríamos quedarnos horas, la homogeneización de la propuesta musical de los festivales), pero siguen haciéndose sold outs y la gente acude en masa, así que no vemos indicios de momento para que ese cese ocurra. Puede que esto impulse, precisamente, la creación de más festivales de menor tamañp, que llenen el vacío subcultural que están dejando festivales como el Resu, por ejemplo (dando a luz a fenómenos como el Be Prog , el AMFest , festivales en entornos autogestionados o, potencialmente, otros focalizados en subgéneros más concretos).

Vuestra banda también presta una especial atención al diseño gráfico, ¿es así? Hemos visto unos cuidados diseños en el merchandising..

Contactamos con Antonio Bravo, un ilustrador de Málaga con una especial visión para los trabajos con serigrafía y el color plano en general. Intuimos que sus diseños encajarían muy bien en la ilustración del artwork del álbum y en las camisetas, y creemos que acertamos de pleno. Junto a Guille (bajista), que lleva la parte gráfica de la banda (maquetación, cartelería, diseños, etc.), pensamos que esa rama artística del grupo, como decís, camina muy bien.

Vuestra música es totalmente internacional. ¿cuál es el país más lejano desde el que os haya llegado algún comentario?

Con nuestra discográfica Art Gates Records tenemos una distribución de álbumes físicos prácticamente a nivel mundial. Pasando por países asiáticos como Japón o China, y algunas regiones de Oceanía, Sudamérica y Norteamérica (además de múltiples países europeos). Cabe decir que, por el momento, quizás, el sitio donde más nos impactó saber que estábamos sonando era en una radio del Nepal. ¡Una locura!

Hoy en día, ¿es esencial para una banda cuidar sus redes sociales? ¿Sois de los que mantenéis un contacto activo con vuestros seguidores?

Por supuesto, hoy en día las redes sociales se han convertido en algo imprescindible. No sólo para el sector de la música, sino para cualquier sector artístico, negocio, empresa o establecimiento abierto cara al público. Te ayuda a difundir tu producto de forma online, eres capaz de llegarle a una persona desde la otra parte del mundo, en la mayoría de ocasiones no tienes ni siquiera que pagar para ello, etc. Para nosotros es una herramienta de contacto directa con nuestros seguidores. Siempre que alguien dedica unos minutos en compartir unas palabras con nosotros, tiene una respuesta por parte de WEED tan pronto como nos conectamos.

Pues muchas gracias, si tenéis algo más que añadir para nuestros lectores…

Si de verdad sois amantes de este género musical y queréis que esto dure, siempre que veáis a una banda que os guste y tengáis la oportunidad económica, haceros con algo de su merchandising. Una camiseta, un disco… lo que buenamente podáis. Para vosotros puede significar una tontería, pero para la banda puede significar el poder continuar con el proyecto no sólo económicamente, sino también por el impulso emocional que representa, al dar a entender que nuestra creación es apreciada. ¡Saber que alguien siente “algo” por música en que hemos volcado toda nuestra alma nos empuja y alienta más que nada en el mundo!

Entrevista: Juan José Díez