Max Metal

CRÓNICA: IN HEARTS WAKE + GIDEON (Madrid) – Octubre 2017

IN HEARTS WAKE + GIDEON

MADRID – 18 OCTUBRE 2017

MOBY DICK

In Hearts Wake son unos viejos conocidos del público español, son varias las veces que han venido a la península pero siempre como teloneros de otros grupos. Esta era la primera ocasión en que los australianos venían como cabeza de cartel, y aunque se tratara de salas más pequeñas que en sus conciertos pasados, es una demostración de que es una banda inquieta y en constante crecimiento.

GIDEON

Abrielon la noche Gideon, una banda americana que se mostró entusiasmada de que el público español «supiera las letras de un grupo de un pueblo perdido de Alabama«. Su actuación fue corta pero intensa, una concatenación de temas intensos y contundentes ideales para que el público, mayoritaria e insultantemente joven, diera rienda suelta a su energía en constantes moshpit.

Como pega, decir que el sonido fue excesivamente alto, sobre todo teniendo en cuenta la afluencia, y que sin ser un fanático del grupo, las canciones pecaron de cierta linealidad. Pero si de lo que se trataba era de calentar al público, lo lograron. Mayoritariamente sonaron temas de su último disco «Cold», aunque también hubo espacio para cortes más viejos.

IN HEARTS WAKE

¿Qué tiene el agua australiana de Byron Bay para que salgan bandas tan buenas como In Hearts Wake o sus hermanos mayores Parkway Drive? El estilo de las dos bandas en comparable, y aunque a In Hearts Wake todavía le queda camino para lograr el reconocimiento de sus vecinos, su calidad, ganas y saber hacer está fuera de toda duda.

Desde el primer tema se notó la diferencia en sonido respecto a Gideon, y aunque también sonó excesivamente alto, fue un sonido más limpio, sin duda ayudado por el carácter más melódico de buena parte de sus canciones.

El protagonismo lo tenía su último disco «Ark», y como tal el concierto tuvo mayoría de temas de este plástico, aunque la casi hora y media de show hubo espacio para que la banda repasara buena parte de su trayectoria.

«Passage», «Nomad» y «Healer» fueron las primeras en sonar, seguidas de «Badlands», «Frequency» y «Skydancer», con un Jake Taylor bastante simpático y comunicativo, atreviéndose en ocasiones con un rudimentario español. Es curioso lo de su voz, parece que todo lo hace con una facilidad pasmosa, y de principio a fin del show estuvo perfecta. El contrapunto a la voz gutural se la dio un también magistral Eaven Dall, y esta variación es una marca de la casa que hace que las canciones huyan de la monotonía.

«Wildflower», «Survival» y «Warcry» fueron las siguientes en sonar, llegando uno de los momentos de la noche cuando Jake sacó una barca hinchable e hizo crowdsurfing hasta el final de la sala para recoger una bandera. El público, a forma de olas, le llevó en volandas de un lado a otro de la sala Moby Dick.

Es otro de los aspectos destacables, salas coquetas y puramente musicales como Moby Dick otorgan un aire diferente a los conciertos, no entrará tanta gente, pero consigue una esencia de cercanía y autenticidad mayor que las grandes salas.

Con «Waterbone», «Divine», «Breakway» y «Earthwalker» se llegó al final del concierto, y como bises un «Refuge» coreado masivamente.

Gran concierto y gran banda a la que prestar atención. En el futuro oiremos hablar mucho de ella.

De momento, podremos verla de nuevo en 2018 ya que forma parte del cartel de la gira de Heaven Shall Burn.

Texto: Juan José Díez

Fotos: S.A. Sánchez