GARAGE SOUND FESTIVAL
14 Y 15 DE JULIO DE 2017
AUDITORIO MIGUEL RÍOS – RIVAS VACIAMADRID
Un Madrid estival saturado de festivales y grandes eventos roqueros, vivió la celebración de un nuevo festival, el Garage Sound Festival, una iniciativa original respecto al resto de festivales que se han celebrado recientemente en la capital, ya que perseguía aunar dos universos tradicionalmente hermanados, el rock y el motor; un gran evento en el que los conciertos estaban secundados por actuaciones de freestyle de motos, concentraciones moteras, concursos de coches, camiones y motos custom, bicicletas y mucho más…
¿El resultado? Aún es pronto para decirlo, veremos si se consolida y en 2018 hay una segunda edición, pero de pronto lo que es un dato objetivo es que el auditorio Miguel Ríos se quedó grande, sobre todo en un viernes que resultó un poco descafeinado debido a la escasa afluencia de público, y eso que hubo alguna que otra actuación de altura.
Nada más llegar al recinto, los grandes camiones que arropaban la entrada te ponían en situación, aquello era un festival de rock pero había algo más…. a los tradicionales puestos de comida, se unía una mini exposición de coches y motos, así como un lugar en el que se podían probar varios modelos de bicis customizadas…
Además de la barras para comprar bebida -con precios más bajos que otros festivales, todo hay que decirlo- había hasta dos duchas para combatir el inclemente calor del verano capitalino.
Y en estas nos topamos con una banda que se está haciendo habitual en nuestro país, y es que los irlandeses The Answer ya han venido unas cuantas por aquí teloneando a múltiples grupos como AC/DC, The Dead Daisies o en el próximo Noviembre con Mr Big.
Les gusta España y eso se nota, después de quejarse del calor, ofrecieron un buen show, con un sonido quizá excesivamente alto (una constante en todo el festival) donde pudimos ver a una banda bien engrasada que se mostró bastante simpática con el público.
Sonaron temas como «Under The Sky», «Come follow me», «On and on», «Thief of light» o «Raise a little hell».
Es la típica banda a la que nunca puedes reprochar nada, todo lo hacen bien, pero sin embargo no llega a enganchar….¿por qué? Misterios de la vida…
En este festival, a diferencia de lo que estamos acostumbrados últimamente, únicamente había un escenario, con lo que el tiempo entre banda y banda se completaba con actuaciones relacionadas con el mundo del motor. Antes de la llegada de The Darkness, fue el turno del freestyle, con una actuación de saltos que resultó espectacular, al menos la primera vez, ya que este ingrediente también formó parte de platos posteriores que sin el aderezo de la sorpresa inicial, no resultaban tan gustosos…
Y al poco de terminar llegó el plato fuerte de la noche con unos The Darkness que rebosaron buenrollismo y energía. Estan tan eufóricos como en su época gloriosa, tienen la misma intensidad que en su época más desfasada, pero eso sí, todo enmarcado dentro de la profesionalidad.
Sonido también alto pero con el que se pudo disfrutar del cachondeo de un Justin Hawkins que constantemente interpelaba al público y lo hacía participe del espectáculo. Su mono azul ya de por sí era todo un show, pero si a eso le unimos su carisma y el tono mayoritariamente festivo de sus canciones, solo podía desembocar en una buena fiesta
Y eso es lo que fue el concierto, divertimento puro y duro sin artificios donde el protagonista fueron los temas del Permission to Land, aunque también hubo espacio para temas nuevos que verán la luz en el futuro como «All The Pretty Girls», o «Japanese Prisoner of Love».
Buen show!
Y con esto dimos por acabado el primer día, pese a que había ganas de escuchar a Mustach, el intercalar una banda de versiones de una banda que de por sí no nos gusta, era penitencia demasiado dura.
SÁBADO DÍA 15
Mucho me temo que cualquier tiempo pasado fue mucho mejor para Terrorvision, su concierto no fue malo, pero no dejó huella. Se lo trabajaron y sobre todo su cantante Tony Wright no paró de saltar e intentar meter al público en el show, sin embargo esta vez, pinchó en hueso.
Desde su vuelta en 2010 no han conseguido brillar como al principio, y lo único que rompió un poco la monotonía fue el «Oblivion» que todo el mundo estaba esperando.
Podíamos decir que el perfil de retirada y reunión de Ugly Kid Joe es similar al de Terrorvision, tras su vuelta no han conseguido acercarse a la repercusión de sus buenos años, pero se notaba una banda que va más allá del «one hit wonder», y su actuación en el Garage Sound fue entretenida.
Whitfield Crane está en buena forma, y aunque su aspecto dista mucho del paradigma californiano de sus vídeos más exitosos, su voz sigue rindiendo a buen nivel.
La banda repasó buena parte de su discografía sonando cortes como «Neighbor», «Jesus Rode a Harley», «No one survives», «Devil’s Paradise», «So damn Cool» y otras cuantas, entre las que destacó el tributo a Lemmy en forma de versión del «Ace of Spades» que logró calentar al público, para posteriormente acabar en todo lo alto con «Funky Fresh Country Club» y el esperadísimo «Everything About You».
Entre los conciertos volvieron los saltos del freestyle, que sin la sorpresa del primer día perdieron un poco de fuerza, pero que sirvieron de entretenimiento antes del plato fuerte del día.
Y es que Extreme es una banda en un vigoroso estado de forma, no sólo se conservan divínamente en lo físico, si no que la fuerza y elegancia de su música se mantiene estable año tras año.
Sin duda, tuvieron el mejor sonido del todo el festival, cosa que pudo verse desde los iniciales «It (‘s a Monster)», «Li’l Jack Horny», y un tempranero y sorpresivo «Get The Funk Out» que muchos esperábamos más bien al final.
Gary Cherone es un frontman totalmente eléctrico que contagia su entusiasmo, no paró de moverse y bailar durante todo el show, y aunque a mitad del concierto su voz sufrió algún contratiempo que se notó sobre todo en las secciones más agudas, su voz rindió a buen nivel, y por su parte, Nuno demostró porque es considerado uno de los grandes de la guitarra… bordó todas y cada una de las canciones.
«Rest in peace», «Am i ever gonna change», «Kid Ego» y «Play with me» fueron las siguientes en sonar, para dar paso a una sección acústica en la que Nuno se dirigió al público medio en inglés medio en portugués, comentando que entendía el español…. Tras «Midnight Express» llegó el masivamente coreado «More Than Words» y de nuevo vuelta a lo eléctrico con «Cupid’s Dead», «Take Us Alive», «Hole Hearted», un largo solo de Nuno, y «Decadence Dance» con el que iniciaron su primera retirada.
Para los bises, «Warheads» y como punto final, lo que considero el único error de la noche, la versión del «We Are the Champions» de Queen. Una banda como Extreme tiene que acabar como un tema propio, y más si la elegida para acabar es una del dudoso gusto del tan manoseado tema de Queen.
Pese a esta pequeña mancha, buen concierto.
Extreme había puesto el listón muy alto, pero los británicos Thunder no decepcionaron, las olas de su rock elegante inundaron el auditorio Miguel Ríos, y aunque no tuvo la efervescencia de Extreme, fue una buena actuación.
Se notan sus años, y lo que antes se hacía a base de testosterona y juventud, hoy se hace a base de calidad, experiencia y sobriedad…. y es que fue un show muy comedido en todo, desde la movilidad de la banda, a las luces utilizadas, y a la interacción con el público.
Aún así temas como «Wonder Days», «Enemy Inside», River of Pain», «Higher Ground», «Is Another Life», «The I Want», «Serpentine», «I love you more than Rock n ‘ Roll» y otros hicieron las delicias de la sección más carroza del festival.
Y hasta aquí llegó nuestro festival… una buena iniciativa que esperemos que cuajé en futuras ediciones, aunque la fuerte competencia de eventos en la capital no se lo pondrá nada fácil.
Texto: S. A. Sánchez
Fotos: Juan José Díez