Max Metal

CRÓNICA: ZAKK WYLDE (Madrid) – Junio 2016

ZAKK WYLDE

MADRID – 13 JUNIO 2016

LA RIVIERA

Es una obviedad que Zakk Wylde es un gran guitarrista y una bestia escénica que siempre brilla sobre las tablas, pero del mismo modo, también es obvio que la mayoría del público que estaba presente en la Sala Riviera (no se llegó ni a media entrada) estaba allí más por la trayectoria del señor Wylde con Ozzy o con la Black Label Society que por su proyecto en solitario.

Y es que seamos claros, tanto “Book of Shadows I” como “Book of Shadows II” no van más allá de ser unos trabajos correctos, pero su pegada e idoneidad para el directo son cuanto menos discutibles, son temas más sosegados más propicios para escuchar desde la comodidad de un sofá que en un concierto.

En líneas generales fue un concierto un tanto frío, aunque es cierto que las ligras modificaciones introducidas en los temas, y sobre todo los solos, lograron calentar a un púbico ávido de la tradicional energía de Wylde.

Zakk irrumpió en escena con “Sold My Soul”, con bombín en ristre y un solo extendido y ardiente que dio paso a unos “Autumn Changes” y “Tears of December” más bien planos, y con algún que otro problema en el sonido del teclado/piano. Como hemos dicho, Wylde es toda una bestia escénica, su presencia es imponente, y su energía a las seis cuerdas contagiosa, y gracias a ella logró mitigar el poco empuje de las canciones de los “Book of Shadows”; tras un solo larguísimo llegaron “Between Heaven and Hell”, “Darkest Hour”.

Tras ellas uno de los momentos más memorables de la noche, con otro solo extensísimo donde Zakk se recorrió toda la Sala Riviera, tocando entre una multitud que recibió entusiasmada este regalo.

“Throwin It All Away” dio paso a Zakk con guitarra acústica y “Dead as yesterday”, y de ahí “Eyes of Burden”, “Way Beyond empty”, “The King”, “Lost Player” y el punto y final con “Sleeping Dogs”.

En resumidas cuentas, Zakk es todo un espectáculo, pero mejor disfrutarlo con la Black Label Society que con su propuesta más intimista.

Texto y fotos: Juan José Díez