SARATOGA – MORIR EN EL BIEN, VIVIR EN EL MAL
MALDITO RECORDS
7 / 10
Sin duda Saratoga ha sido una de las grandes bandas del metal nacional. Este es un dato objetivo que no admite discusión, ahí está su extensa trayectoria, sus discos y sus innumerables conciertos para demostrarlo, de la misma forma, su retirada temporal no fue una gran sorpresa, ya que llegó tras cambios de formación con salidas de esas que cuesta mucho sustituir y una desembocadura en un declive vertiginoso en cuanto a calidad y frescura, de ahí que la vuelta de una formación «clásica» fuera algo muy esperado por sus seguidores; entrecomillo lo de clásica, porque sin duda lo que todos los nostálgicos esperaban era la vuelta del cuarteto que más reconocimiento obtuvo, Jero a la guitarra, Niko al bajo, Dani a la batería y Leo a las voces, lamentablemente esto no se va a producir y tras la negativa de Leo a la reunión habrá que conformarse con tres cuartos de esa alineación.
Lo cierto es que Leo es uno de esos tipos que imprime carácter, carisma y fuerza, pero tras el bajonazo de su último trabajo, y la excepcional labor de Tete en este disco, tampoco es algo que se vaya a notar en exceso, sobre todo con el sonido compacto y super potente que logra este cuarteto. La guitarra de Jerónimo Ramiro significa Saratoga y viceversa, Tony Hernando es otro gran guitarrista, pero costaba reconocer el nombre de Saratoga en sus seis cuerdas, algo que se reconoce desde el primer acorde de Jero… sin duda, los seguidores de la banda encontrarán elementos reconocibles y disfrutaran con el sonido clásico de la banda. Niko ha sido el gran valedor de la banda, siguió contra viento y marea, y esa perseverancia también se nota en una línea de bajo machacona y aguerrida, que sin duda gana fuerza con esa simbiosis que consigue junto con la batería de Dani Pérez… todo muy Saratoga.
¿Es su mejor disco? No, ni mucho menos, personalmente lo colocaría tras «Agotarás», y «El Clan de la lucha«, pero por delante del desdibujado «Tierra de Lobos». Buenos guitarrazos, presencia importante de la melodía y unos estribillos brillantes, efectivos y pegadizos que adquirirán su verdadera dimensión en el directo, temas variados donde se alternan cortes veloces, medios tiempos y cortes sosegados que sorprenden con buenos cambios de ritmo, una labor vocal irreprochable y una producción de alto octanaje. ¿Y algo negativo? Personalmente las letras me han parecido demasiado explícitas, faltas de metáforas y dejando poco lugar a dobles interpretaciones en función de la imaginación del oyente… pero un mal menor si tenemos en cuenta que volvemos a tener a unos Saratoga de lo más interesante.
Juan José Díez