SLASH Feat. Myles Kennedy & The Conspirators + CICLONAUTAS + MEAN MACHINE
8 JULIO 2015 – BARCELONA
SANT JORDI CLUB
El pasado miércoles 8 de julio, Slash, el legendario exguitarrista de la banda Guns N’ Roses
Tras abrir las puertas, MEAN MACHINE caldearon el ambiente con su Rock ‘n Roll de aspecto duro y desgarrador. Sin complejo de ser los «novatos» del evento, el trío de Barcelona supo mantener el porte. Estos «pequeños monstruos» supieron sacar el máximo partido a la escasa media hora de actuación que no dejó indiferente a nadie. Con grandes temas, de su primer y único álbum, como: «We Want Violence», » Rock ‘N’ Roll Wizard» o «I Was Made For Rock ‘N’ Roll»; se ganaron el afecto del público. Un servidor los ve como una pieza en el panorama musical del rock español de gran potencial, que en unos años pasarán de ser: – «¿Mean Machine, quiénes son esos?» a – «¡Mean Machine, hay que ir! «
El relevo lo cogió CICLONAUTAS, banda donde actualmente apuesta Alen Ayerdi, batería de Marea. Mezclando rock argentino con rock urbano español sonsacando de allí un sonido que recuerda al stoner rock de principios de los ochenta. Es una lástima que un grupo con tal talante haya sido telonero, ya que en mi opinión habrían encajado mejor en un ambiente más íntimo y, es por eso que no era la mejor opción previo a un concierto de tal índole. Aun así, el grupo consiguió crear un vínculo artista-público y llevarse éste a su terreno, con canciones como: «El dromedario» o «Hermanos».
Y… Ahora sí. Slash. Con una puesta en escena impecable, él y su séquito saltaron al escenario con «You’re a Lie» tomando como introducción una canción dicharachera cual circo. Des del primer momento el público se entregó al show. No contentos con ello, empezaron a sacar la artillería pesada con «Nightrain». Seguidamente sonó «Avalon», el primer tema sacado del nuevo CD, que produjo en el público ese momento que se produce habitualmente en los conciertos cuando suena una canción nueva y que apenas has escuchado, en el que unos se quedan quietos y se dicen a sí mismos «Hm… me gusta, no sabía que sonaría tan bien en directo».
Tras esa sonaron «Standing in the Sun» y «Back from Cali», que provocó que el público empezara a corear como si fuera una pandilla de colegas desmadrados. En definitiva, pura diversión. «Wicked Stone» fue la siguiente en el repertorio, seguida por una sorprendente » Mr. Brownstone «, digo sorprendente porque supuso un cambio con el setlist que hubo en Madrid, en el que sonó «Double Talkin’ Jive «. Tras unos leves gestos de agradecimiento de Myles Kennedy hacia el público, nuestros anfitriones no dejaron que la euforia mermara.
Tras un contundente redoble de tambores empezó a sonar «You Could Be Mine», haciendo que un servidor gritara como una colegiala de piernas temblorosas. Tras este concentrado de puro éxtasis, la energía de la velada no moderó. Todd Kerns, con el bajo en mano, pilló el relevo del micro, dando voz al combo de «Doctor Alibi» y «Welcome to the Jungle «. Myles recuperó el micro y creó ambiente para poder cantar «Starlight «, la emotiva canción que unió su carrera con la de Slash.
Tras este momento «moñas» sonaron los pesados riff de guitarra de «Beneath the Savage Sun», y los pegadizos coros de «The Dissident». Devolviendo al público la energía necesaria para afrontar la recta final de la función.
Con la canción «Rocket Queen», nuestro más que célebre músico nos demostró una vez más por qué siempre ha estado en el TOP de los guitarristas de rock’n roll. Alargando la canción mediante apoteósico solo, de 6 minutos, que inundó la sala con cada nota de su legendaria Gibson Les Paul Gold Top.
Ni un segundo después de acabar con tal fenómeno, nuestro héroe, con una mueca de agotamiento en la cara y dos chorros de sudor que le caían por los brazos, agarró una sorprendente guitarra de dos mástiles acústica-eléctrica para poder tocar «Bent to Fly», seguida de «World on Fire» (ésta tocada con una guitarra más normalita) como si nada de lo hecho anteriormente le hubiera afectado. Pura profesionalidad, cómo no.
Como preludio a «Sweet Child O’ Mine», la mítica canción del la carrera de Slash en Guns N’ Roses, que no podría faltar en un evento de esta magnitud, sonó “Anastasia”, una canción de gran técnica que no hace más que imponer respeto a todo aquél que la oye.
Concluyendo la sesión, de una inigualable noche de hard rock sin precedentes, sonó el ya clásico de Velvet Revolver «Slither», mientras Myles presentaba a los miembros de la banda. Y “Paradise City”, para rematar el espectáculo de la manera más apoteósica, haciendo que el público se desmadrara y descargando la última gota de adrenalina que les pudiera quedar.
Tras esta increíble velada donde Slash demuestra una vez más a sus fans, a día de hoy, que no hay nada que esté por encima de sus posibilidades. Y que sigue siendo la gran estrella, salida de la época de oro del rock, que todos recordamos.
Crónica: Nil Ozugeldi (Texto) y Joan Antoni Estopañán (Fotos)