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THOUGHT CHAMBER – Psykerion

THOUGHT CHAMBER – PSYKERION

INSIDEOUT

6 / 10

Aparecieron a mediados de la década pasada con un disco que, hasta hoy, no había tenido continuidad. Fueron ─o mejor dicho: intentaron ser─ un soplo de aire fresco a una escena, la del metal progresivo, que andaba ya un tanto exhausta con tanto grupo clon de otro grupo. La escuela Dream Theater, no nos engañemos, no da para más ni siquiera para los propios Dream Theater. Así que era necesario buscar una tercera vía, una que no bebiera de los de New York ni tampoco del metal progresivo convencional diseñado por grupos como Queensryche o en menor medida Heir Apparent o Redemption. Fates Warning van aparte.

Thought Chamber son en realidad el proyecto del guitarrista americano Michael Harris, un hombre que parece iluminado por un designio: encontrar, como se ha dicho, una nueva forma de entender el metal progresivo todo lo original posible, y así destacar en un universo que hoy, como hace quince años y como cuando editaron su debut, sigue saturado por bandas que poco o nada tienen que decir.

El hastío ha llegado al mundo del metal progresivo, y este disco hace lo que puede para romper la maldición, pero no nos engañemos, al final cae en los vicios del denostado género. Michael Harris ha optado esta vez por temas cortos, no hay largas suites aquí y sí muchos interludios de apenas dos minutos, pasajes instrumentales que nos traen a la memoria lo mejor del género. Porque lo que está claro es que Thought Chanmber, a pesar de lo dicho y a pesar de todos los esfuerzos de la banda por parecer y ser distintos, vienen a ser una banda metal progresivo más, sin mayores misterios.

Está claro que eso, para los fans de los sonidos generalistas, esos que no quieren más innovación que la mínima (o sea, ninguna) esto que decimos es en realidad una bendición. Así que ya saben: si lo que les va es el progresivo metálico de toda la vida (Crimson Glory, Magullan, algunos pasajes potentes de Spock’s Beard y Dream Theater, estos sobre todo en su primera época, algo de Dominici, Enchant o los italianos Eldritch en su etapa prog), aquí tienen un disco sin sorpresas pero bien hecho. Nada más que eso, pero tampoco menos.

Emilio Morote Esquivel