CRÓNICA: DEF LEPPARD + WHITESNAKE + EUROPE (Madrid)

4

DEF LEPPARD + WHITESNAKE + EUROPE

MADRID – 26 JUNIO

PALACIO VISTALEGRE

Con todos mis respetos a otros grandes eventos del año, tales como el festival Sonisphere o el concierto de Rammstein,  la verdadera cita roquera metalera del año era esta gira, no sólo porque aglutinara a tres grandes pesos pesados del Hard Rock en el mismo cartel (Europe, Whitesnake y Def Leppard), sino también porque el cabeza de cartel, Def Leppard, llevaba la friolera de 17 años sin pisar suelo español.

Con esos antecedentes era lógico que  prácticamente se colgara el cártel de no hay billetes. Las localidades de pista se agotaron y las de grada estuvieron a puntito, las distintas generaciones respondieron a la llamada del Hard Rock, mezclándose entre el público los más carrozas con jóvenes que ni siquiera habían nacido el año que Hysteria vió la luz; ingredientes ideales para que este homenaje a los 80 tuviera el calor que se merecía.

EUROPE

Puntuales como un reloj los suecos hicieron su aparición en escena para ofrecer un concierto caracterizado por los claroscuros. Había ganas, el talento y la actitud de la banda está fuera de toda duda, y la entrega del respetable estaba garantizada, lamentablemente la calidad del sonido no estuvo a la altura, y eso deslució todo el concierto.

Europe tuvo que lidiar con una ecualización desastrosa que lograba que lo único que se escuchara fuera una bola de graves, con el teclado y la batería sorprendentemente ausentes, y la voz no brillando como debería. Afortunadamente a Tempest, Norum y compañía les sobra experiencia y supieron sacar adelante el show pese a las adversidades.

Tempest es el Dorian Gray del rock and roll, no envejece, está en una permanente juventud, tanto en aspecto como en actitud, se lo curró de lo lindo, no paró de moverse -alguna vez de una forma un tanto irracional-,  cantó a un buen nivel -pese a que el sonido no nos dejó disfrutar de su voz-, y también hubo sitio para sus  malabares con el tradicional pié blanco de micrófono.

“Riches to rags”, “Firebox”, y “Supertitious” fueron los primeros temas en sonar, y más que suficiente para encender al público. La gente estaba sedienta de clásicos y tuvieron su ración, y aunque con “Scream of anger”, y “Girl from lebanon” se bajó un poco el listón, con “Carrie” se logró la comunión perfecta entre público y banda. Por lo general no me gusta que en un show corto haya sitio para las baladas, ya que al final la intensidad se resiente, pero hay que reconocer que “Carrie” fue todo un momentazo de los que, literalmente, ponen la piel de gallina. (Con un sonido decente ya hubiera sido legen…dario)

A John Norum, o “El hombre con el toque mágico” como lo presentó Tempest, hay que reconocerle todos los méritos que se le atribuyen, es un guitarrista como la copa de un pino, maneja las seis cuerdas con maestría y tiene un feeling especial, y en este concierto hizo gala de él. Si las folclóricas patrias se cambian en cada tema de vestido, Norum prácticamente usó una guitarra por tema.

Tras “Let the Good Times Rock”, los hits explosivos para cerrar, “Seven Doors Hotel” y el atómico “Rock The Night”.

Evidentemente, faltaba el “Final Countdown” para los bises, aunque antes hubo tiempo para “Last Look at Eden”.

Resumiendo, bien por el desempeño mostrado, bien por encadenar esos hits tan reconocibles que todos adoran y por llevarnos de nuevo en un viaje nostálgico al pasado, pero mal, muy mal, por el sonido de su actuación. Posiblemente se recuerde más esto último. ¿Típico problema por abrir la noche? Puede ser, desde luego, no les hizo justicia.

 

WHITESNAKE

Igual que pasó con Europe, con la gran serpiente blanca tuvimos una sensación agridulce. A grandes rasgos estuvo bien, pero podría haber estado infinitamente mejor.

Pese al paso de los años y los estropicios con la cirujía, David Coverdale sigue manteniendo un alto porcentaje del sexappeal que encandiló a medio mundo hace 30 años, lo que ya no mantiene ni por asomo es su voz. Ha desaparecido, es la gran ausente;  pese a los esfuerzos de sus técnicos que hacen un uso mágico del eco en los momentos apropiados, de su experiencia para ahorrarse las partes más complicadas, y el apoyo brutal de su banda en los coros, llama la atención la falta de potencia de su voz.

Menos mal que sus temas forman parte del imaginario colectivo y son cantados por la amplia mayoría de los asistentes, que si no, nadie le libraría del bochorno.

El sonido mejoró ligerísimamente, aún así, todo sonó bastante deficiente.

El tradicional grito de guerra de Coverdale fue el pistoletazo de salida de una actuación que empezó  con un enérgico “Give Me All Your Love”, y una combinación perfecta entre pasado y presente gracias a “Ready an’ Willing” y “Can you heard the wind blow”.

“Don’t you break my heart again” hizo que giráramos la cabeza hacía el magistral Tommy Aldridge, lo de este tipo es de otro planeta. Whitesnake es muy diferente si cuenta con él a la batería o no, la energía que desprende es contagiosa, y su ausencia se ha notado este periodo del 2007 a 2013. Agradecemos su vuelta. Genial.

Por su parte, Dough Aldridge y Reb Beach son tan solventes en lo suyo y están siempre a una nivel tan alto que uno se acostumbra y lo toma por normal, pero no, gran parte del sonido de hoy en día de Whitesnake es gracias a este dúo. Como comenté antes, no sólo clavan sus guitarras, sino que le ocultan las vergüenzas a la voz de Coverdale.

“Is this love” es un tema de esos que los modernos han dado en llamar must, no podía faltar ese guiño romántico al público femenino, es entendible, es uno de sus bombazos, lo que ya no entendí también fue la inclusión posteriormente de otro tema lento mucho menos brillante como “Forevermore”. Aceptamos una balada, pero dos parece abusivo.

Coverdale no cejó en sus ademanes y filtreos, y así sonaron “Gambler” y “Love Will Set you Free” y un “Pistols at Dawn” donde los dos guitarristas hicieron un duelo. Me suelen aburrir los sólos, pero el de Tommy Aldridge, que llegó intercalado con “Steal your heart away”,  es tan pasional que genera buen rollo.

De aquí hasta el final, una sucesión en crescendo de temazos, primero con el medley de “Best years / Bad Boys y Children of the Night”, y después con “Fool for your loving”,  “Here I go Again”, y la guinda con “Still of the Night”.

Lo dicho, con los temas de Whitesnake SIEMPRE se disfruta, pero si además el sonido y la voz de Coverdale hubieran estado en condiciones, habría sido un show para recordar.

 

DEF LEPPARD

Ahora sí, por fin todo sonaba como es debido. Que sonidazo tuvo Def Leppard, claro, potente, conciso, se pudo disfrutar al detalle de cada instrumento. Un escenario de lo más vistoso, con una gran pantalla de leds posterior, escaleras hacía una batería elevada,  plataformas posteriores y un gran juego de luces hizo recordar a las grandes producciones del pasado.

Los años no pasan en balde, hay más kilos y menos pelo, pero el carácter, el saber estar y ese espíritu de auténticos rockstars sigue intacto, y Def Leppard hizo que olvidáramos de un plumazo la espera de 17 años.

La primera sorpresa bien prontitio, ya que la banda comenzó interpretando la parte final del “Won’t Get Fooled Again” de The Who, para ahí enlazar con la versión de Sweet, “Action”, “Foolin”, “Promises” y “Mirror Mirror”.

Grandes imágenes del propio directo intercaladas con proyecciones, todo un espectáculo visual que cautivaba, y unos Leppard geniales, elegantes, donde todo está medido a la perfeccción, con un Joe Elliot cantando a las mil maravillas -aunque tampoco la música de Def Leppard se haya carectirizado por un vozarrón-, un Rick Savage por el que no pasan los años, y un Phil Collen llevando la voz cantante con sus poses y sus músculos.

Vivian Cambpell estuvo un poco más discreto, a buen seguro la lucha contra el cáncer le ha restado algo de energía, pero al igual que el resto de la banda, rozó el sobresaliente. Mención aparte merece Rick Collen, que aunque lleve ya lustros tocando sin un brazo, sigue sorpendiendo.

Def Leppard nunca ha sido una de mis bandas de cabecera, pero todo sonaba tan pulcro que se disfrutaba, faltaba un hit para convencer, y tras “Bringin on the Heartbreak”, y “Switch 625”, un apoteósico “Let’s get rocked” hizo que se ganaran más a un público ya de por sí entregado.

Llegaba el tiempo para ejecutar “Hysteria” al completo, bien, pero quizá hizo falta intercalar algún corte más cañero para evitar perder fuelle, que al final fue lo que pasó, a los no acérrimos  nos invadió un conato de aburrimiento, menos mal que proyecciones de imágenes del pasado de la banda, sobre todo las referentes al malogrado Steve Clark y las consiguientes ovaciones de recuerdo, lograron enchufarnos de nuevo.

Tras todos los temas de Hysteria, punto y final con “Rock of Ages” , “Photograph” y 5000 sonrisas de satisfacción.

Conciertazo, mereció la pena la espera.

Texto y fotos: Juan José Díez

 

 

Compartir

4 comentarios

  1. Muy buena crónica y fotos. En Barcelona Europe sonaron muy bien comparando con Madrid, respecto a Whitesnake la misma opinión. Para acabar Def Leppard en Barcelona también conciertazo pero tocaron 15 minutos menos y no interpretaron el Hysteria entero cosa que muchos fans les faltó para ser un show de 10, ya que muchos esperaban el disco entero.

  2. Buena crónica, aunque en el apartado de Europe yo no hubiera puesto tantas fotos de Joey Tempest y sí del resto de la banda. Sólo comentar que en BCN Europe sonaron muy bien, que Whitesnake no dieron la talla (además los temas de sus últimos 2 discos son realmente malos) y que Def Leppard estuvieron impresionantes.

  3. Pingback: DEF LEPPARD ” Viva! Hysteria” en el cine. Gira de Europe en Marzo. | Max Metal

  4. Pingback: Mientras DEF LEPPARD anunciaron SUMMER TOUR, DEAF LEOPARD anuncían Hysteria Tour!

Deja un comentario