OZZY OSBOURNE, CHRIS AYRES
GLOBALPRESS
Es muy difícil que una biografía roquera esté a la altura de los desfases y locuras descritos en «The dirt«, pero si alguien puede discutir el trono de la irracionalidad a Mötley Crüe, ese es sin duda el bueno de Ozzy Osbourne.
Su biografía no decepciona, es todo un dechado de anécdotas y locuras (tal y como se podía presuponer), y aunque a lo largo de todo el libro el rastro de politoximanía y excesos raya lo irreal, su lectura y su estilo no resulta tan atractivo como el de «The Dirt». Curiosamente hay intervalos de tiempo compartidos entre Ozzy y los Crüe, y en efecto, ambas biografían vienen a contar lo mismo, aunque desde puntos de vista diferentes..
Aunque son más que conocidas, a través de los capítulos pueden confirmarse algunas de las anécdotas más conocidas de Ozzy Osbourne, tales como las decapitaciones de palomas o los mordiscos a murciélagos, pero además tenemos una explicación en primera persona de las mismas. Del mismo modo hay lugar para una extensa explicación de su intensa, incluso tormentosa, relación con su mujer Sharon, su paso por el reality de la MTV, su espíritu hipocondríaco, y de otros momentos de indudable interés en la historia del rock tales como el accidente y posterior fallecimiento de Rhandy Rhoads, el nacimiento del Ozzfest o las idas y venidas con Black Sabbath.
Seguramente no aporte grandes novedades al lector más friki, pero no por ello deja de ser entretenido y en cierto modo también es un fiel reflejo del sentido del humor de tan entrañable personaje, porque sí, es todo un personaje.
Juan José Díez