SONISPHERE 2012
SABADO – 26 MAYO
AUDITORIO JOHN LENON – GETAFE
Este segundo día del Sonisphere tenía unas cuantas certidumbres que lo hacía muy diferente al viernes. Para empezar, el cartel presentaba muchísimo mayor peso específico en cuanto a grupos de metal se refiere, de ahí que el público fuera de una vertiente mucho más heavy. También es conocida la fidelidad de este público, y más con alguna de las bandas que conformaban el cartel de este sábado, ya que con Metallica y con Slayer muchas veces se pasa de la línea de seguidores a la de creyentes, y de ahí que este sábado el recinto presentara un llenazo hasta la bandera, según datos oficiales fueron 38.000 los asistentes del viernes, y creo que este segundo día la cifra casi se multiplicó por dos. (Edito, según datos oficiales 54.137 fueron las personas congregadas)
Tras las colas iniciales para entrar al recinto, ya hemos dicho que se notaba muchísima más gente que el día anterior, dividimos nuestros esfuerzos para ver un poco de Mastodon y un poco de Children of Bodom.
MASTODON
El caso es que Mastodon se mostraron como una banda muy sólida, rocosa y ofreciendo dosis de su calidad. Los más puristas se quejaron de los pocos temas que sonaron del “Crack the skye”, pero en líneas generales convencieron. No podemos daros los detalles de todo el setlist, pero algunas de las que sonaron fueron “Dry bone valley”, “Cristal skull”, “Blood and thunder” ó “Bedazzled fingermails”
CHILDREN OF BODOM
Los conciertos de estos finlandeses suelen estar protagonizados por la solvencia. No es que ninguno de sus shows destace sobre otros, tiene escasos altibajos, de ahí que da igual cuando los veas, casi siempre vas a encontrar una dosis de los mismos elementos, metal, potencia y velocidad.
Tampoco era una hora para hacer muchas virguerías, pero gracias a una elección bastante acertada de los temas, a su experiencia más que sobrada y al buen sonido, la descarga de Alexi Laiho y los suyos estuvo cortada por el patrón que se esperaba.
GHOST y WITHIN TEMPTATION
Lo de Ghost cuanto menos es peculiar, está claro que sin el circo que les acompaña su relevancia sería mucho menor, pero gracias a sus pintas en plan conclave satánico, lleno de reverendos y su frontman-papa, levantan expectación, y así en su concierto había un buen número de asistentes divididos entre feligreses y curiosos.
Nuestra impresión, músicalmente son buenísimos, tienen personalidad, recuerdan a unos Mercyful Fate más contemporáneos, pero lo que si que sobra y no está a la altura es una voz sin garra, sin personalidad, no está al nivel de lo que ofrece la banda. Los primeros temas llegan con agrado, pero tras unos cuantos minutos, su inicial efervescencia se diluye y no dicen gran cosa. Ese fue el momento que emprendimos el peregrinaje al escenario principal.
Allí nos encontramos con los retazos finales de la actuación de los holandeses Within Temptation. Lo primero que nos vino a la cabeza al verlos: la diferencia de sonido respecto al viernes. Eso sí era un sonido de festival. Todo sonaba espectacular, limpio, sin estridencias, con una ecualización perfecta. Podías centrarte en la voz de Sharon, u optar por los guitarrazos de Rudolf, o por las atmósferas de Martjin…. es decir, Within Temptation sonaba a Within Temptation, y eso es lo mejor que se puede decir. Se podía disfrutar de la verdadera esencia de sus composiciones.
“Shot in the dark”, “In the middle of the night”, “faster”, “What have you done”, “Fire and ice”, “Ice queen” o “Stand my ground” fueron alguno de los cortes elegidos para este Sonisphere 2012.
SLAYER
Slayer siempre lleva consigo un abundante grupo de seguidores que rayan la pleitesía, son de los que decimos que son más feligreses que otra cosa. Y es de entender, este cuarteto es de los de piñón fijo, es el paradigma perfecto de la oferta y la demanda, es decir, ofrecen lo que esperan de ellos. Punto.
Si comparásemos a Slayer con una comida, podríamos decir que son el bocadillo de lomo-queso del metal, muy mal tiene que estar para que no guste, es decir ofrecen una hora caracterizada por la contundencia, la velocidad y la energía. ¿la única pega? Que salvo los oasis que suponen “Raigining Blood” y “Angel of death”, el resto parece un monólogo de una única canción, un tema de 50 minutos de raca-raca-raca. (“Psycopathy Red”, “chemical warfare”, “hate worldwide”, “Dead skin mask”, “Jesus Saves”..)
Y es que al final uno tiene la sensación de que la música que está sonando tiene menos variaciones que los movimientos de los ojos de Espinete, sí, molan, sí, dan caña, sí joder, son los putos Slayer, y sí sabía a lo que venía, pero puestos a ser quisquillosos, hay que reconocer que en la música de Slayer ya se atisba algún síntoma de envejecimiento.
METALLICA
Las últimas actuaciones de los de San Francisco me habían hecho perder la fe, pero después de la apoteósica descarga de este Sonisphere, vuelvo a ser un ferviente creyente. Se me acaban los adjetivos para describir lo vivido: increíbles, espectaculares, potentes, brillantes, sublimes…
Fue todo un derroche de genialidad, desde un escenario con el pantallón de fondo más grande que he visto en más de 10 años de conciertos, a la parafernalia efectista de fuegos artificiales, llamaradas y explosiones, y como no a su pefecta ejecución de todos los temas, todo lo acontecido con Metallica es de eso que permanece en tu retina durante mucho tiempo. El típico concierto de los que se recuerdan y de los que hablarás muchas, muchas veces.
En otras ocasiones he criticado la languidez que protagonizaban los conciertos de Metallica, parecían unos tíos que habían perdido la pasión por su trabajo, salían, tocaban de forma correcta, cobraban y se iban… pues no, esta vez nada de eso ocurrió, y nos encontramos con unos Metallica llenos de energía, derrochando tal pasión y fuerza que aquello acabó siendo una comunión entre público y banda.
Aunque me gustaba más el Hetfield que cantaba más a base de cojones que de técnica, esta vez cantó muy bien, y del sonido global lo único que se puede decir es que fue PERFECTO.
Lo del pantallón de fondo no es que sea una idea super original, pero no podía haber causado una mejor sensación, también en gran medida gracias al trabajo de unos téncios que hicieron una realización irreprochable, podías verles a ellos o usar ese fondo para deleitarte con los detalles…
Era la gira de conmemoración del “Black album”, sabíamos que sonarían todos los temas del black, pero el resto de los temas que conformaron el show, estuvieron elegidos con mucha inteligencia.
Sinceramente, creo que la banda también disfrutó del calor que le ofreció el público, aunque tienen que estar más que acostumbrados a esta cariño de su público, el recibimiento de España fue de lo más ardiente, y creo que se dieron cuenta. Es una gran banda, Hetfield canta y toca de lujo, Hammet clava los solos, Trujillo aporta esa fuerza y energía tan peculiar, y Ulrich… bueno, es Ulrich, pero más allá de sus méritos individuales, es un grupo con mayúsculas, cohesionado, sin fisuras, de las que se gusta sobre las tablas.
- Hit the Lights
- Master of Puppets
- The Shortest Straw
- For Whom the Bell Tolls
- Hell and Back
Black Album
- The Struggle Within
- My Friend of Misery
- The God That Failed
- Of Wolf and Man
- Nothing Else Matters
- Through the Never
- Don’t Tread on Me
- Wherever I May Roam
- The Unforgiven
- Holier Than Thou
- Sad But True
- Enter Sandman
Bises
- Battery
- One
- Seek & Destroy
En resumidas cuentas, fue la tormenta perfecta. Vuelvo a creer.
EVANESCENCE
Todos podemos pecar y yo lo había hecho, había dejado que los prejuicios se apoderaran de mí hasta el punto de considerar a esta banda como el típico grupo de postal, un engendro publicitario que explotaba su vena metalera para ir de auténticos… pues bien, después de este concierto he cambiado de opinión.
Me pareció una gran banda, con tablas, y con una vocalista que me puso la piel de gallina con su increíble chorro de voz. Amy Lee cantó de forma espectacular derrochando calidad, calidez, técnica y personalidad; el resto de la banda la apoyó con mucho cuerpo y un grandísimo sonido.
A estas horas de la noche y tras unas cuantas de horas de conciertos, había pocas fuerzas, pero Evanescence consiguió revitalizarnos e insuflar algo de energía en nuestros maltrechos cuerpos. Nos gustó.
Y hasta aquí llegó nuestra presencia en este Sonisphere 2012, una edición caracterizada por las sombras el viernes, y por las luces el sábado. El recinto, salvo las complicaciones de aparcamiento del exterior, cumple, y la respuesta del público en un año de crisis, puede servir de aval para que este festival se asiente y se convierta en un clásico.
La única duda, y pequeña decepción, que me llevo es, ¿que habría ocurrido si Machine Head hubiera tenido el sonido del sábado? Si lo de Metallica decíamos que fue la tormenta perfecta, creo que con Machine Head habríamos tenido la madre de todas las explosiones.
Texto: Juan José Díez
Fotos escenario 1: Tom Hagen
Fotos escenario 2: Juan Destroyer