Santo Grial Producciones
7/10
¿Quieres un disco que suene a los Ñu de siempre? Aquí lo tienes. ¿Quieres un disco que suene a los Ñu de siempre, pero que te pueda sorprender? Aquí lo tienes. José Carlos Molina lleva mucho tiempo por encima del bien y del mal, y hace y deshace como quiere para llevar a cabo sus proyectos. A estas alturas ya ha conseguido lo que debía, y se limita a seguir dando guerra porque le apetece.
Eso se nota en el resultado final de este álbum, el primero en estudio después de ocho años. Arrancar con los diez minutos de “Arreando mi suerte”, de línea ascendente con constantes cambios de ritmo es toda una declaración de intenciones. Por supuesto, hay espacio para canciones rápidas como “Cantarás sin fe”, o baladas como “El invento de sentir”, cuyo ritmo recuerda mucho al mítico “Tocaba correr”. Pero también hay espacio para una vía progresiva menos explorada en anteriores discos, como la que encontramos en “Hoy por ti dejaría mi piel” o “Serafín”, en las que destaca la presencia la flauta más en primer plano dentro de temas de base rockera.
Las letras vuelven a ser un distintivo de este grupo. Impregnadas de ese desencanto nostálgico, escéptico y casi cínico tan característico de Molina, hacen que prestes atención a cada palabra que se canta.
No es ni mucho menos el disco del año, ni van a revolucionar el rock a estas alturas, pero se debe destacar su esfuerzo por ofrecer un producto digno cuando podían limitarse a dar conciertos esporádicos de cuando en cuando.
Miguel Hernández (Fiti)