CRÓNICA: Possessed invoca el infierno en Barcelona – Junio 2019

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POSSESSED + NORDJEVEL

BARCELONA – 16 DE JUNIO 2019

SALA BÓVEDA

 

De locos. No habría mejor manera para describir lo que sucedió el pasado domingo 16 de junio en la sala Bóveda de Barcelona, la cual vio sus cimientos puestos a prueba por la descarga de metal extremo que se le vino encima. Desconozco si se llegó o no al sold out, pero en el caso de que no fuese así debió ser por pelos de rana: pocas veces había visto una Bóveda tan abarrotada. Por una parte me sorprendió que una banda más bien considerada de culto (a pesar de su evidente importancia histórica) llegara a reunir tanto público en Barcelona, donde muchas bandas dentro de ese estatus suelen ver unas asistencias muy pobres en sus conciertos, en general. Sin embargo, la tendencia del público barcelonés general hacia los sonidos más extremos del género prevaleció. Hay que considerar también la publicación reciente del primer álbum de la banda en 33 años, además de su fichaje por la discográfica Nuclear Blast.

A pesar de lo bonito que terminó el evento, no todo fue sobre ruedas. Quienes llegamos un rato antes de la hora de apertura de puertas nos enteramos de que Possessed se estaban atrasando en gran medida (se rumoreaba que por problemas con su medio de transporte). Los norteamericanos llegaron a eso de las 20:00, y sus roadies tuvieron que descargar y montar a toda prisa. En la cola se extendió el rumor de que la actuación del grupo telonero, Nordjevel, habría sido cancelada debido al retraso de Possessed. Se abrieron puertas finalmente a eso de las 21:30 aproximadamente.

Afortunadamente, la rumorología se equivocaba en esta ocasión, y cuando entramos ya nos encontramos con el concierto de Nordjevel empezado. Podríamos decir que Nordjevel es lo que vendría a ser una banda de black metal noruega de las de toda la vida: tenebrosos corpse paints, los canónicos pinchos de metal alargados que les cubrían brazos y piernas y un sonido tan sucio como espeluznante, acentuado por el juego de luces laterales que usaron tanto ellos como Possessed. A pesar de no ser un servidor ningún experto en este género considero que lograron una calidad de sonido más que aceptable y que consiguieron llegar al público en líneas generales. Ambos guitarristas gozaban de un dominio de mano diestra de nivel magistral, el batería “Dominator” aporreaba la batería de forma incesante a la vez que controlaba magníficamente los tiempos y el vocalista “Doedsadmiral” ejercía como un auténtico frontman del género, mostrando incluso una especie de objeto en forma de “entrañas” o algo similar en la canción Nazarene necrophilia.

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Nordjevel nos dieron un buen aperitivo, pero el enorme grueso del público venía a lo que venía. Possessed es una formación realmente difícil de verse, y el respetable respondió como la ocasión lo merecía. Una vez consiguieron subir a Jeff Becerra sobre el escenario (el hombre debe ir en silla de ruedas desde que sobrevivió a un disparo en 1989) y la intro del nuevo álbum empezó a sonar, ya no había quien parase la locura. A los pocos segundos de dar comienzo con No more room in hell, un enorme mosh pit se abrió en la parte central de la pista, el cual no dio descanso alguno hasta el final del concierto. Hay que decir que pocas veces me había encontrado un concierto en el que la gente lo diera todo como este… Sonaban los primeros grandes clásicos como Pentagram o Tribulation y las ostias caían como panes al ritmo de la tremebunda brutalidad del sonido de la banda americana. Jeff Becerra es un claro ejemplo de esfuerzo y de superación por haberse acabado sobreponiendo al desgraciado incidente de 1989 y seguir saliendo a dar guerra aunque sea desde una silla de ruedas. El auténtico padre del death metal nos dio un recital de brutalidad, tirando de aquellos rasgados casi guturales que hicieron mella en su día y que se convirtieron en el principal estandarte de su género. Tanto es así que, mientras entonaba sus composiciones más recientes del recién estrenado Revelations of oblivion, como Demon, Abandoned o Shadowcult, sonaban casi como los clásicos de Seven churches o Beyond the gates, como si el tiempo no hubiese pasado para él.

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Por otro lado, Jeff se mantiene como único miembro original vigente en Possessed pero ha logrado juntar la banda perfecta como para crear un auténtico infierno. Claudeous Creamer y Daniel Gonzalez amoldan el sonido de las guitarras a la perfección, siendo dos grandes seguros a las seis cuerdas. El bajista Robert Cardenas guardó un papel más discreto, manteniéndose durante gran parte de la actuación en un segundo plano justo enfrente de los amplificadores, pero viniendo al frente en contadas ocasiones para reforzar los coros. Y qué decir de la bestia que tiene Possessed a los parches… Emilio Marquez es una ametralladora con la precisión de un reloj suizo. Jugando con estas cartas, difícilmente puede la banda de Becerra no liar la de Dios. Si bien durante la parte inicial y media del concierto fueron alternando temas clásicos con nuevos, entre los cuales destacaron The heretic, Storm in my mind o Graven, el tramo final terminó de convertir la sala Bóveda en un manicomio. Possessed descargaron sin piedad alguna un himno tras otro: The exorcist, Fallen angel y Death metal, una tras otra sin parar, para luego culminar la masacre con Burning in hell.

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Possessed y Jeff Becerra son historia viva del death metal, y en Barcelona pudieron descargar su máximo potencial con la inestimable ayuda de un público que venía con ganas de liarla. Lo que vi el pasado domingo fue uno de los conciertos más salvajes con los que me he topado, una auténtica carnicería.

 

Crónica y fotos: Marc Paradell

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