WARREL DANE – Shadow Work

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WARREL DANE – Shadow Work

CENTURY MEDIA

7/10

Menudo pájaro fue el bueno de Warrel Dane… Un tipo muy peculiar con una voz única que siempre me pareció que no encajaba con nada, pero que funcionaba con todo. Vio la luz este disco ya lejos de Nevermorey Sanctuary, las dos bandas en las que se forjó el nombre y en la que puso de los nervios a todos sus miembros restantes. Quedaban grabaciones a medias ya que estaba grabando un disco en solitario en Brasil, y este es el resultado: Shadow Work. Un título que lo define bastante bien pues ha quedado como lo que es: un trabajo en la sombra. De entre sus muchos logros uno es el que nos escondió su edad real a todos. El caso es que Warrel Dane murió el 13 de diciembre de 2017 a los 56 años de edad. Aquí tenemos su epitafio a modo de despedida, oscuro y enrevesado a más no poder.

Disco póstumo sumamente oscuro por parte del excantante de Nevermore y Sanctuary

Obviamente su paso por Nevermore se deja notar a lo largo de estos ocho temas enrevesados, contundentes y con unas guitarras muy Jeff Loomis. He disfrutado especialmente la última parte de la obra con esa monumental y cambiante “Mother Is the Word for God”. Complejidad y contundencia que se extiende más allá de los nueve minutos, todo bañado en oscuridad y tinieblas. Los músicos cariocas que grabaron con él demuestran poseer una técnica excelente, y los coros tétricos van apareciendo una y otra vez. El final hímnico es lo que sube de calidad a la composición. Antes hay una de las joyas del disco, la preciosa “Rain”, mucho más accesible y fácil, justo el contrapunto luminoso a tanta oscuridad. El progresivo de influencia Queensrÿche está presente, al fin y al cabo, estamos ante un trabajo de hard rock progresivo en el que se mezcla con groove metal o power metal americano. Justo lo que hacía con Nevermore.

Ocho cortes enrevesados, tintados de negro y que rehúyen de toda comercialidad

Ya en el inicio de la intro “Ethereal Blessing” encontramos una fuerte influencia nipona junto a esa tan característica forma de cantar que lo hizo grande. Se da paso a “Madame Satan” con unas guitarras 100% Symphony X que mutan hasta conectar con Nevermore. Riesgo y libertad compositiva con unos versos nada fáciles y un puente envolvente e inquietante. Más material con reminiscencias a Nevermore aunque sumamente oscuro en “Disconnection System”, destaca por la combinación de atmósfera tenue con unas escalas de guitarra gentileza de Johnny Moraes y Thiago Oliveira. Más luminoso es el inicio técnico de “As Fast As the Others”, buscando una pieza más accesible y cómoda para el oyente.

Destaca el buen papel en las percusiones de Marcus Dotta en otra enrevesada como es “Shadow Work”, de la que destacamos su bonito estribillo. Arriesgada composición que muta de forma orgánica y oscura. Finalmente nos referimos a “The Hanging Garden”, que disfruta de unas guitarras excepcionales y pirotécnicas arrancando protagonismo al líder. Ambos guitarristas lucen a un nivel excelso en otro tema complejo con un estribillo de esos que encantará a los antiguos fans de Nevermore.

No es un disco fácil incluso si eres fan de Nevermore o Sanctuary. Hay un enorme trabajo de Warrel Dane enfocado a lo enrevesado, a la contundencia y a la combinación de atmósferas, pero sobre todo hay la voluntad inequívoca de que suene todo oscuro. La caída del telón para él nos deja ya sin la posibilidad de verle otra vez al frente de Nevermore, y lo que es peor, dudo que haya nadie capaz de cantar como lo hacía Dane. Dejó a mucha gente cabreada en su despedida, pero le seguiremos amando y disfrutando años y décadas más allá de su muerte.

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