CRÓNICA: ANVIL + TRANCE – (Barcelona) – Marzo 2018

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ANVIL + TRANCE

BARCELONA – 4 DE MARZO 2018

SALA BÓVEDA

 

Los seguidores más acérrimos al heavy metal clásico de Barcelona tenían una cita casi obligada el pasado domingo 4 de marzo en la sala Bóveda. A la expectación por ver a los legendarios Anvil, pioneros del speed y el thrash metal, encabezando un cartel después de muchos años se le sumaba también la de ver a unos invitados de honor de alto nivel como los alemanes Trance. De tan alto nivel que, sin hacer nada del otro mundo, acabaron por hacer un concierto bastante más decente que el de sus compañeros y cabezas de cartel… Vayamos por partes.

Al entrar en la sala lo primero que me sorprendió fue el hecho de que hubiese montadas dos baterías, una para cada grupo, lo cual iba a ser un hándicap importante para Trance ya que verían reducidas en gran medida sus posibilidades de moverse sobre el escenario (ya de por sí bastante pequeño). A la hora indicada aparecieron los miembros sobre el escenario y, después de una bonita intro de música sinfónica, nos pegaron la primera en la frente: Heavy metal queen, su tema más aclamado, sirvió para dar el tiro de salida. Inmediatamente pudimos apreciar que el vocalista no era Joe Strubel, sino que ha sido reemplazado por el joven Nick Holleman, quién fue cantante de Vicious Rumors hasta el año pasado. Y la verdad es que no echamos de menos a Joe, pues Nick cubrió las voces de la banda de forma casi impecable, considerando que la vertiente vocal de Trance no es fácil de interpretar debido a la peculiar voz del cantante original, Lothar Antoni. El repertorio consistió en canciones de los primeros tres álbumes de la banda exclusivamente, todo un caramelo para sus fans. Sensation y We’re the revolution fueron muy coreadas por el público. Pasaron luego a las más melódicas Confession y Burn the ice, en las cuales ambos guitarristas sacaron a relucir su habilidad y técnica, siendo toda una delicia en especial cuando ambas se fusionaban en grandes solos de guitarras gemelas. Break the chains fue también gratamente recibida, y a pesar de que la banda estaba haciendo un buen concierto pero no sobresaliente, se puedo apreciar mucha aprobación por el público. Los asistentes ovacionaron cálidamente a los miembros de la banda mientras sonaba el riff de base de Loser, otro de sus grandes temas, el cual terminó con un sobrecogedor agudo de Nick, en una gran muestra de su potencial. Pusieron punto y final con Shock power.

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Mientras la batería de Trance era retirada del escenario y se repasaban los últimos detalles, pude hablar con varias personas que me dieron visiones diferentes sobre el directo de Anvil. Personas que habían visto conciertazos suyos y otras que la última vez abandonaron la sala a medio concierto de lo malos que le parecieron. Esta división de opiniones realmente despertaba aún más mi curiosidad por ver como se desenvolvían los canadienses sobre el escenario actualmente. Y puedo afirmar, por paradójico que parezca, que llegué a entender ambas versiones. El concierto empezó de forma trepidante con la instrumental March of the crabs, con Steve “Lips” Kudlow entre el público y presentando la banda hablando por las pastillas de su guitarra, acción que repitió en diversas ocasiones a lo largo de la actuación. De regreso al escenario, la banda prosiguió su buen inicio con sus clásicos 666 y Ooh baby, en un claro guiño a los primeros y más aclamados álbumes del grupo. Hasta el momento, Anvil estaba consiguiendo un concierto potente y de alto voltaje. Introdujeron un par de temas más recientes, Badass rock ‘ roll y Doing what I want, curiosamente muy bien recibidos por el público. Entre canción y canción, Lips hacía comentarios graciosos y explicaba el significado de algunos de los temas, dinámica que mantuvo hasta el final del concierto.

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Pero, en cuando empezó a sonar Winged assassins, me di cuenta de que lo que al principio prometía ser un gran concierto empezaba a pasar por un punto de inflexión a la baja. Por mucho que Lips nos divirtiera, antes de entonar Free as the wind, con su curiosa anécdota de cómo una noche loca con Lemmy Kilmister hizo que perdiera un día libre entero durmiendo sin apenas darse cuenta, la bajada de revoluciones se fue haciendo cada vez más evidente con temas como On fire o la lenta y pesada This is thirteen, con las que fueron perdiendo fuelle. Seguidamente la banda se dispuso a interpretar Mothra, uno de sus temas emblema, y por un momento pareció que la cosa se reanimaba ligeramente, y más cuando Lips sacó de su bolsillo el vibrador con el cual realizó su famoso solo de guitarra, haciendo enloquecer al público. Sin embargo, los solos terminaron por hacerse eternos y ciertamente carentes de significado, entorpeciendo aún más el transcurso del concierto. Le siguió al cabo de poco el solo de batería de Robb Reiner, presentado entre grandes elogios de su compañero Lips por su técnica (indicando que Robb incluso toca agarrando las baquetas de la forma en la que lo hacen los baterías de jazz, en lugar de lo que haría cualquier batería de heavy metal). Sin ser un mal solo ni mucho menos, no era lo más indicado en el contexto de un concierto que ya había perdido casi totalmente su intensidad inicial. Quizás en un concierto más incesante este solo hubiese servido para calmar los ánimos y hubiera sido un complemento totalmente compatible, pero aquella noche no era el caso. En la misma línea fueron cayendo diversos temas recientes como Daggers and rum, en la que el bajista lució unas curiosas gafas con la bandera pirata, o Bitch in the box, hasta que la cosa resucitó repentinamente con el himno Metal on metal, cantado a todo pulmón por los asistentes. Los buenos clásicos lo pueden todo. Anvil puso punto y final a su actuación con una cover de Born to be wild que encendió los ánimos del público.

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En resumen, concierto tremendamente irregular de unos Anvil que empezaron con buen pie pero que se les fue torciendo lentamente. Quizás si la banda hubiese desplegado todo su evidente potencial y no se hubiera distraído entre largos discursos y solos innecesarios (y también con algún clásico más en el setlist), habría sido muy diferente. Trance, sin hacer ninguna barbaridad, acabaron haciendo un concierto, a mi modo de ver, más solvente y regular.

 

SETLIST TRANCE:

1-Heavy metal queen

2-Sensation

3-We’re the revolution

4-Break out

5-Confession

6-Burn the ice

7-Break the chains

8-Loser

9-Shock power

 

SETLIST ANVIL:

1-March of the crabs

2-666

3-Ooh baby

4-Badass rock ’n roll

5-Doing what I want

6-Winged assassins

7-Free as the wind

8-On fire

9-This is thirteen

10-Mothra

11-Bitch in the box

12-Daggers and rum

13-Swing thing (solo de batería)

14-Ego

15-Die for a lie

16-Metal on metal

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17-Running

18-Born to be wild (Steppenfwolf cover)

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