CRÓNICA: BILLY TALENT (Madrid) – Noviembre 2016

Madrid, en cuanto salas «bonitas» de conciertos se refiere, es un páramo bastante hostil. Dentro de este desierto es posible encontrar honrosas excepciones. Una sería la sala Joy Eslava cuyo pasado como antiguo teatro le otorga una estética que puede hacer de los conciertos algo especial, y otra, aunque en menor medida, es el Teatro Barceló que se quedó pequeño para acoger el concierto de los canadienses Billy Talent, pero al menos si que consiguió ese ambiente especial para hacer de la noche algo más que un simple concierto.

Con todo vendido, un público totalmente entregado, un sonido cristalino y muchas ganas por parte de todos, los primeros temas «Devil in a Midnight Mass», «This Sffering» y «Big Red Gun» supusieron una explosión colectiva, con una banda en plena forma, Benjamin derrochando energía, Ian poniendo la elegancia con su guitarra y Jonathan y Aaron martilleando sin cesar….

«This is How It Goes», «Ghost Ship of Cannibal Rats», «Rusted from the rain» y «The crutch» fueron los siguientes en caer, con tiempo para hacer un alegato a favor del amor y la tolerancia y lamentar la elección de Trump como presidente de EEUU. Tras «Pins and Needles» llegó, al menos según la humilde opinión del que escribe, el mejor momento de la noche con una comunión perfecta de público y banda con un «Surrender» apoteósico, y un «Saint Veronika» que no bajó la intensidad.

«Surprise, Surprise», «Afraid of Heighs» y un espídico «Louder Than the DJ» iban encaminando el show hacía su final, que llegó con «Devil on My Shoulder» y «Viking Death March».

Para los bises, «Try Honesty», y unos «Fallen Leaves» y «Red Flag» donde explotó la fuerza e ímpetu de la insultante juventud de un público rendido al carisma de Billy Talent. Actuación impecable.